Pecado de Ken Sánchez
Ken Sánchez ha publicado libros
de poesía como Canto de amor y vida,
libros de cuento como La Sombra de vivir
y una novela Vivir muerto. Este año
nos presenta Pecado, que es una
novela breve que trata sobre la transformación de un personaje. Hemos visto, en
el breve recuento de sus libros, que hay una fuerte conexión de su literatura
con la intensidad de la vida, podemos conjeturar una voz insular que irrumpe en
el entramado de la realidad, y de una realidad tan compleja como la peruana. En
Pecado se cuenta la historia de Juan
y se desarrolla entre Huaraz y Lima. Ken Sánchez, quizás como egresado de la
Escuela de Arte de Huaraz, ha trazado muy bien el perfil de su protagonista,
haciéndonos partícipes de su mundo interno, con retratos plenos de lirismo, y
con una visión de un mundo que el protagonista no logra vencer. Como en el
romanticismo Juan se da al amor con una entrega total, y como una forma de
abrirse un camino en la vida, en donde pueda, todavía, caber la ternura. Si
bien el narrador juega con los estereotipos del romance fracturado, de la
imposibilidad del amor, hay algo importante que nos revela Pecado, y es la crueldad de una realidad que se empeña en matar toda
ilusión en pos de un, llámese, materialismo o capitalismo del amor. Si bien
este tema es un tópico antiguo en la literatura universal, el autor se ha dado
maña para mostrar el lado cruento de sus improntas. Juan es un personaje que no puede enfrentarse
solo a todo un sistema demoledor de lo individual, y por eso se automargina,
como una forma lírica, poética, de rebelarse. Cuando se lee la novela, desde la
inocencia de la infancia hasta la separación de los adolescentes amantes, uno
se pregunta qué sucederá con Juan y con su pareja, Julia. Este es el punto de
la trama en donde entra el realismo a tallar con más fuerza a lo Emile Zola o
Enrique Congrais. Del idílico lugar en donde se desarrolló su primer amor, nos
trasladamos a una ciudad degenerada, corrupta, decadente, en donde parece
imposible que nazca de nuevo el amor en el protagonista. Parece indicarnos Ken
Sánchez que no hay opción ya para el amor puro en esta época de rapiña y lobos,
o al menos, allí, en una ciudad que doblega toda pasión. Cito unas ideas sobre
el amor del filósofo esloveno Slavoj Zizek "¿No es el amor precisamente
una especie de desequilibrio cósmico? Siempre he tenido cierta repugnancia
hacia esa noción de 'yo amo al mundo', el amor universal. No me puede gustar el
mundo. Básicamente, estoy entre 'yo odio al mundo' y el 'tengo indiferencia
hacia ello'. Amor es, para mí, un acto extremadamente violento. Amor no es 'los
amo a todos'. Amor significa: selecciono algo y es, de nuevo, la estructura del
desequilibrio. Aún cuando esto solo sea un pequeño detalle: una frágil persona
individual, yo digo 'Te amo más que a cualquier cosa'. En este preciso sentido
formal, el amor es el mal". Esto nos dice el filósofo para estos tiempos
de modernidad líquida, sociedad líquida o amor líquido como diría otro
filósofo, Zygmunt Bauman, para definir el actual momento de nuestra historia
“en el que las realidades sólidas de nuestros abuelos, como el trabajo y el
matrimonio para toda la vida, se han desvanecido. Y han dado paso a un mundo
más precario, provisional, ansioso de novedades y, con frecuencia, agotador”.
Es así que vemos en Pecado cómo el
amor se transforma, también, a la par que sus personajes, y se vuelve el mal
con aquella violencia pasional que hoy en día se ve en el mundo. Pareciera que mientras
más consciente somos del mal y de dónde proviene, más resistencia hay en los
instintos del animal humano, esos bajos instintos de donde nace el pecado,
palabra que con acierto ha titulado Ken Sánchez a esta su nueva producción
narrativa. Podemos leerla, entonces, como una historia sensible y cruda de la
experiencia del amor en tiempos del mal, una novela en donde se confrontan la
moral, lo antimoral y la amoralidad, con un estilo por ratos poético, por ratos
cercano a lo oral, intercalando poemas y monólogos, que se detiene en los
detalles emocionales y de los objetos que son protagonistas, también, de esta
ficción sentimental que, creemos, calará a fondo en la resistencia del corazón
de los lectores.
Miguel Ildefonso. Calle
NN, Agosto de 2018.