PEDRO LÓPEZ GANVINI
o, la nostalgia al terruño
*Por:
Ken Sánchez
Periodista
de profesión, poeta distinguido y docente Universitario, dedicado asimismo a la investigación sería, minuciosa
de la poesía Ancashina; como lo demuestra su poemario Eco de
voces, libro anclado en el pueblo que lo viera nacer, aquella imagen que
palpita en el recuerdo, se llena de melancolía viendo la largas calles donde la casa se levanta aún en el tiempo, la madre, el padre o llamarlo sencillamente:
“nostalgia al terruño”; añorando los campos verdes delas campiñas y, borrar no
se puede los caminos que abrazan con mucho recuerdo el alma o, como la sombra
aún se mueve aquél 1970 en la mente vive imborrable como “Eco y Voces que se Llaman”; así va reuniendo verso a verso
pueblos, barrios y, el eco vuelve
asonar.
Aquí reproducimos una pequeña entrevista al autor
por Pedro Escribano, editor página cultural La República: Un libro,
según el autor, un ajuste de cuentas con su escritura de filiación andina.
-¿Es un libro que recoge nostalgias?
-Sí, está
marcado el animismo por nuestra tierra, porque en los años 80 tuvimos que salir
de Caraz al no haber opciones para estudiar, pero en Lima nos sentíamos
desarraigados, autoexiliados. El libro tiene dolor por lo que uno deja.
También
hay una visión sentida sobre el terremoto del 70.
Nosotros,
los que vivimos el terremoto, hemos sentido una de las tristezas más grande que
se pueden vivir. No solo vimos arrasados a nuestra gente, por miles, en el caso
de nosotros, sino uno piensa en que eso tuvo que ocurrir para que nuestro
pueblo, nuestra gente, sea tomada en cuenta. Es decir, empezaron a existir
cuando ya no estaban en este mundo, algo así como que el terremoto nos hizo
visibles.
-Tu
escritura mantiene anclas andinas a pesar de tus años en Lima.
-Sí, pero
este libro es como el último peldaño de mi poesía de filiación andina.
Pronto publicaré un libro de relatos con un lenguaje más urbano, contemporáneo.
Se llama Historias desde mi Blackberry.
-Hablando de los Andes. ¿Arguedas o Carlos A.
Zavaleta?
-Con
Zavaleta, me es más familiar. Arguedas es grande, pero Zavaleta, para mí, es
vecino.
Del autor
caracino, un amigo que nos une la poesía como las águilas en un solo vuelo. De Pedro
López Ganvini, destacados exponentes de las letras ancashinas han manifestado:
“Pedro López Ganvini es un poeta interesantísimo,
variado, atrevido, vanguardistas por sus temas osados y su léxico sin barrera.
Aunque también él sea nostálgico y romántico, todo a la vez, como debe serlo un
hombre de corazón joven, abierto, valiente y en busca de la belleza. Pero
también, y eso es muy importante, de la justicia, y sobre todo, de la justicia
social en nuestro país”
*Carlos Eduardo Zavaleta –Escritor
(…) “alguna vez sentí igual añoranza. El poemario es
visión de la naturaleza, de recuerdos, de costumbres, de la riqueza culinaria,
del hogar atesorado. Mil senderos para recorrer grata o nostálgicamente. Una
puerta para conocer Caraz, risueña y agradable”. (…)
*Román Obregón Figueroa.
“Pedro López Ganvini, como todo buen caracino, no se
abstrae en mostrar esa ligazón telúrica con la madre tierra. Sus versos están
impregnadas del recuerdo, de la nostalgia, de la querencia, de los seres
queridos (…) como los que también supieron mostrar Celso V. Torres, César
Ángeles Caballero, Orestes Alegre, Teresa Espinoza y Román Obregón Figueroa,
que le siguen cantando a Caraz Dulzura”.
* Rómulo Pajuelo Prieto.
“En Eco de voces, PLG, anda abriendo con su poesía,
terribles cerrojos; explorando difíciles ámbitos (…). En ella, otea sus
manifestaciones geográficas y costumbristas; se inspira en ellas, y la
fundamenta en la vida y en la realidad”.
*Augusto Alba Herrera
POESIAS
DE PEDRO LÓPEZ GANVINI:
EL
SILENCIO DE UNA HERIDA
A
Carlos E. Zavaleta
Te
sorprendió la muerte?
!Sabias
que llegaría¡ pero no la hora y el día.
Historias
de historias quedaron en el tintero
el
dolor, la ausencia y la tristeza.
Los
editores quedaremos esperando algún trabajo
Esperaremos
las llamadas para coordinar las correcciones
Postergaremos
los encuentros en la tierra
y
en las actividades culturales
con
tus generosos comentarios y sonrisas.
Yo
creo que esa noche estuviste preparando tu vida y tus cosas
Y
le decías a Tita que te aguardara,
que
ya estabas yendo a su encuentro
Encargaste
lo pendiente al divino…
Como
Vallejo, guardabas un inmenso dolor
-que
era invisible a nuestros ojos mezquinos-
el
que hoy nos invade a amigos, lectores, alumnos y
paisanos,
que nos sentiremos siempre orgullosos de ti.
Te
nos vas en el Mes de las Letras Peruanas,
cuando
evocamos también a Cervantes, el Inca Garcilaso y Shakespeare
Ya
no he de esperar tu visita en las ferias de libros,
queda
nuestra estupenda tierra y el mundo en tus libros,
sus
gentes y sus historias.
En
tu memoria
los
nevados, paisajes, campiñas, y todo lo tocado por tu pluma
han
hecho un minuto de silencio,
porque
nuestra vida
y
nuestra alegría han hecho una pausa
Pausa
sombría
que va desde la tierra hasta la Europa que te hospedó.
RECORDANDO
EL MONTIHUALLÍ*
Con
el encanto de las mañanas serranas
Al
canto de los gallos en los típicos corrales
La
gente contenta se levanta
Alegre
cortan un árbol para el montihuallí
Entre
chicha y sol se planta el árbol
Y
con banda o roncadora de manos se danza
Con
la alegría que nos cubren
serpentina
y talco
Baila
que te baila en ronda
Al
ritmo de la banda, al ritmo de la roncadora
Pareja
en brazo y hacha al hombro
Sauce,
pacay, molle o árbol que fuera
Al
viento baila con serpentinas y
vestida
de globos, canastas y mil regalos
Al
ya herido montihuallí la gente se acerca
Y
al caer, los gritos, los paisanos se arremolinan
Unos
encima de otros, sanos o borrachitos
Llevan
alguito de recuerdo lo ganadito
China,
cholo; roncadora o banda
Siguen
danzando hasta que la chicha hierva
En
la panza con el montihuallí en el piso
y
que se corta en la temporada de carnaval.
CALLECITAS
Calle
de silencios
Calle
de alegrías y juegos compartidos
Calle
de bullas, terrales y polvo amigo
Calles
de historias milenarias y testigo
de
miles de pisadas que iban y venían
calles
de arriba, calles de abajo
calles
discretas y silenciosas
de
ojos espías que siguen tu caminar
por
ventanas y medias puertas
adobes
y adobes
tejas
de arcilla o calaminas hacen techos a dos aguas
aleros
que cobijan nidos de pichones y pajarillos soñadores
Calles
que guardan en su memoria
lamentos
y horrores del terremoto ...
Calles
arriba
calles
abajo
quedan
por siempre en el recuerdo.
De
Cinco Esquinas
a
la Carretera Central.
ICHICKOLLCO
pequeño
bandido
que
te escondes entre matorrales ríos y cequias
entre
manantiales y lagos
te
escondes de quereres y de ansiados seres
te
encabritas entre sauces y divisas muchachas
que
en tus gustos anidan
dibujado
y pintado como reliquia en pluma
de
Víctor Milla Cruz
pequeño
bandido
roba
corazones
Buscándote
estoy
por
el río Llullán y Yanahuara.
PICANTE
DE CUY
Dulzor
picante
del ají colorado
Remojado
y molido en batán
de
piedra milenaria
con
sabor a vida
con
sabor a naturaleza.
Cuy
hecho de verdores de mi tierra
alfalfa,
panca y lo que quieras
Frito
crocante
a
mi boca…
Del
paladar, degustado en camino sinuoso
depucapichu
a acacashqui que termine en la panza
Yo
he comido con llustu
y
shacui con pató
Celebración
Inca con chicha de jora o maní
Celebración
en familia
Celebración
al amigo y… a todo
¡Celebración
a la vida!
- Concierto de romance,
- Memorias de una rata,
- Paralelo 69,
desórdenes,
- Señora mía,
- En el enigma
de tus ojos,
- Tintineos y
capullos de vida.
- Siluetas del
tiempo, selección de poesía del
departamento de Ancash.
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