EL AZAROSO
CAMINO DE UN PERSONAJE
Comenta: Antonio Morales-Jara
Novelista
Autor: Ken Sánchez
Obra: Vivir Muerto. Pp 68
Editorial: San Marcos EIRL
Publicación: Marzo 2016
Presentación: Casa de la Literatura. Lima
Aspectos formales de la obra:
Si bien el
contenido del libro no está capitulizado, numerado o subtitulado, se entiende
con gran facilidad el corte del discurso narrativo para el cambio de episodios,
capítulos o escenas, pues estos comienzan con letra capital. En éste cuento
largo, o si quiere, novela corta, el autor impregna un lenguaje sencillo,
ameno, ágil y con monólogos y alternancias temporales sin mayores escaramuzas.
Es una obra de corte andino, cuyos escenarios son absolutamente reconocibles
debido a las descripciones que abundan sobre lo paisajístico de los Andes
peruanos (específicamente la sierra central) también aborda temas álgidos como
la violencia política y armada de los años 90’. La participación de los
artistas como entes claves en la difusión de la protesta ante una dictadura
como la de Fujimori enquistado en el
poder y cuya política principal era la represión frente a cualquier voz que
discrepara con el régimen. El tema religioso, es sin duda, clave para
comprender el nudo de “Vivir Muerto” pues es a partir de
un hecho, que analizaremos en otro aspecto de este análisis, que la obra sufre
un giro trascendental en la vida del protagonista y quien fuera su apasionada
amada Anna. Un tema trasversal, qué duda cabe, que también se inserta en la trama
histórica, es el alcoholismo, que comienza como un divertimiento y juego de
universitarios, para convertirse en el único refugio de un hombre que acaba de
sumergirse en un hondo ostracismo que cada día lo corroe hasta el alma y que,
finalmente, será este tema el gran catalizador de toda la historia que Ken
Sánchez nos cuenta en esta obra de corte juvenil.
Aspectos antropológicos:
La obra
presenta un corolario de matices capaces de transportarnos a una época y a un
espacio cuyo medio social es de gente abigarrada de traumas y desolación, solo
dispuestos a consolarse entre ellos, a voz de una misma desgracia casi endémica
desde su matriz.
Los personajes
intervinientes en “Vivir Muerto”,
cuentan el drama que le ha tocado vivir y del cual no pueden escapar. Son como
prisioneros de un desenlace previsible, pues por un lado sienten terror de lo
que le pasa, y por el otro, temen dejar de ser lo que son, en un doble sentido
absolutamente necesario que le hace sentir vivos.
Es por ello,
pues, que encontramos a varias mujeres cruzándose en la vida del “Negro”, casi
todas de cuya familia el autor prefiere no ahondar con excepción de la vida de
Anna, protagonista destacada de la obra y último amor de éste. No obstante,
todos los personajes de esta obra, están envueltos por un manto nebuloso sin
gloria, mostrándose todos como un mosaico de vidas tétricas e infaustas o como
un canto coral de gemidos lastimeros sin hallar consuelo sino hasta encontrar
la muerte.
El aspecto
antropológico de esta obra, es sin duda, el más destacable. Rico en desnudar
las miserias, los fantasmas, las taras, los complejos y la desolación a la que
se enfrentarán los personajes mientras el autor a veces interfiere en el
discurso narrativo con aclaraciones estéticas, repeticiones afirmativas y
sentencias críticas.
Aspectos literarios:
La narrativa
de Ken
Sánchez abunda en descripciones, en tanto excluye guiones para los
diálogos de sus personajes, o a veces solo los anuncia en cursiva. Aborda el tema de la desolación del protagonista que solo
se conoce como el “Negro”. Con él comienza
y termina una historia dramática que en el desenvolvimiento del discurso
narrativo irá efectuando algunas mudas temporales (unas con más eficacia) para
que la historia se sostenga por sí misma y no se caiga, algo que logra, pero
también, gracias al apoyo de los monólogos interiores directos. Aunque son
escasos los soliloquios, creemos que al autor le falta consolidar éste recurso
narrativo para darle mayor convicción a lo que piensan y sienten sus
personajes.
De otro lado,
estando la obra narrada en tercera persona, Ken
Sánchez, incorpora, con el fin de trasladar del lleno a la circunstancia
del personaje, a una narración en primera persona y así se van alternando albas
personas en la obra. Ken Sánchez, muy
a menudo recurre a la poesía no solo para citar determinados espacios
geográficos como narrador omnisciente, sino también como los monólogos de Irma,
de Carmen, de Anna y de Elizabeth madre de esta última.
La Literatura
siempre ha tenido un romance con la teología, grandes obras literarias se han
escrito tomando perspectivas religiosas o algo más intrínseco aún, el ser
humano está ligado en general a una divinidad. Es por ello que nos centramos en
hablar de la iglesia católica en esta obra:
Pensar en Dios, para quienes profesan una creencia
monoteísta, es pensar en amor, bondad, solidaridad, cuidado, nobleza y perdón.
Es creer a veces, ciegamente, en quienes están a cargo de la homilía; pues las
enseñanzas de estos no son cuestionadas ni contradichas, por el contrario, se
aceptan, se pide hasta permiso y se cree, naturalmente, completamente todo lo
que se escucha. La ignorancia y la confianza, son sin duda, las peores
consejeras para seguir una determinada fe. Al contrario de ello, es pues, el
estudio y el discernimiento, las herramientas capaces de fortalecer esa
convicción y amor a Dios.
Es este tema,
dentro de la obra “Vivir Muerto”, que
el autor emplea para denunciar abuso y atrocidad de los sacerdotes católicos.
Aparece la violación que sufre Elizabeth por un cura de parroquia, cuando esta
apenas tenía 14 años y cuyo evento fue tan traumático que ella no pudo volver a
la iglesia nunca más en su vida y se dedicó a criar a la hija producto de esa
violación a la que le pondría de nombre Anna y la cual páginas más adelante, se
convertiría en la novia del “Negro”, la misma que moriría poco antes de dar a
luz y razón por la cual el personaje protagonista de esta obra, se sumergiría
en el ostracismo y el hoyo más profunda de la desolación.
Como vemos, un
evento sacrílego, inmundo, inmoral se convierte en una cadena de
acontecimientos desgraciados, que a juicio de este humilde presentador, el
autor Ken Sánchez trata de sugerir un escarmiento moral debido al pecado de los
progenitores de Anna, de ser el caso, dejaría de tener mucho sentido, pues
Elizabeth es apenas una víctima del accionar irracional de una persona que hace
mal uso de la fe de buena parte del mundo cristiano.
Cuestiones finales:
1. Cuando
el “Negro” huye de Huancayo a Lima, perseguido por los “Sinchis”, él deja en cinta a Irma, producto de un amor tórrido que
vivira esta pareja de estudiantes universitarios (al parecer en la universidad
Nacional del Centro del Perú) pero esta mujer, tras ser abandonada por el
protagonista, desaparece completamente de la obra y nunca se sabe qué pasó con
ella ni del hijo de ambos. No se sabe bien si el autor realiza esta acción a
propósito, para hacer que el lector se concentre en su amorío con Anna o
simplemente no justifica literariamente aquella desaparición de un personaje
medular en la historia del “Negro”.
2. Carmen,
la mujer infiel y que mantiene al “Negro” en su etapa de universitario, tampoco
tiene conocido, lo cual refleja que no existe la intención de abordar el tema
del escarmiento social o moral.
3. Creemos
que “Vivir Muerto”, es un aporte sustancioso a las obras dramáticas que se han
publicado últimamente, es una obra más para la literatura peruana que aborda el
tema trágico, cuyo escenario es básicamente Andino – Costeño y que resume, en
buena cuenta, la vida azarosa e infeliz de los hijos del pueblo y de quienes
tienen –o tuvieron- una vida absolutamente miserable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario