martes, 17 de mayo de 2016

VIVIR MUERTO

EL AZAROSO CAMINO DE UN PERSONAJE
Comenta: Antonio Morales-Jara
Novelista

Autor: Ken Sánchez
Obra: Vivir Muerto. Pp 68
Editorial: San Marcos EIRL
Publicación: Marzo 2016
Presentación: Casa de la Literatura. Lima


Aspectos formales de la obra:

Si bien el contenido del libro no está capitulizado, numerado o subtitulado, se entiende con gran facilidad el corte del discurso narrativo para el cambio de episodios, capítulos o escenas, pues estos comienzan con letra capital. En éste cuento largo, o si quiere, novela corta, el autor impregna un lenguaje sencillo, ameno, ágil y con monólogos y alternancias temporales sin mayores escaramuzas. Es una obra de corte andino, cuyos escenarios son absolutamente reconocibles debido a las descripciones que abundan sobre lo paisajístico de los Andes peruanos (específicamente la sierra central) también aborda temas álgidos como la violencia política y armada de los años 90’. La participación de los artistas como entes claves en la difusión de la protesta ante una dictadura como la de Fujimori  enquistado en el poder y cuya política principal era la represión frente a cualquier voz que discrepara con el régimen. El tema religioso, es sin duda, clave para comprender el nudo de “Vivir Muerto” pues es a partir de un hecho, que analizaremos en otro aspecto de este análisis, que la obra sufre un giro trascendental en la vida del protagonista y quien fuera su apasionada amada Anna. Un tema trasversal, qué duda cabe, que también se inserta en la trama histórica, es el alcoholismo, que comienza como un divertimiento y juego de universitarios, para convertirse en el único refugio de un hombre que acaba de sumergirse en un hondo ostracismo que cada día lo corroe hasta el alma y que, finalmente, será este tema el gran catalizador de toda la historia que Ken Sánchez nos cuenta en esta obra de corte juvenil.

Aspectos antropológicos:

La obra presenta un corolario de matices capaces de transportarnos a una época y a un espacio cuyo medio social es de gente abigarrada de traumas y desolación, solo dispuestos a consolarse entre ellos, a voz de una misma desgracia casi endémica desde su matriz.

Los personajes intervinientes en “Vivir Muerto”, cuentan el drama que le ha tocado vivir y del cual no pueden escapar. Son como prisioneros de un desenlace previsible, pues por un lado sienten terror de lo que le pasa, y por el otro, temen dejar de ser lo que son, en un doble sentido absolutamente necesario que le hace sentir vivos.

Es por ello, pues, que encontramos a varias mujeres cruzándose en la vida del “Negro”, casi todas de cuya familia el autor prefiere no ahondar con excepción de la vida de Anna, protagonista destacada de la obra y último amor de éste. No obstante, todos los personajes de esta obra, están envueltos por un manto nebuloso sin gloria, mostrándose todos como un mosaico de vidas tétricas e infaustas o como un canto coral de gemidos lastimeros sin hallar consuelo sino hasta encontrar la muerte.

El aspecto antropológico de esta obra, es sin duda, el más destacable. Rico en desnudar las miserias, los fantasmas, las taras, los complejos y la desolación a la que se enfrentarán los personajes mientras el autor a veces interfiere en el discurso narrativo con aclaraciones estéticas, repeticiones afirmativas y sentencias críticas.

Aspectos literarios:

La narrativa de Ken Sánchez abunda en descripciones, en tanto excluye guiones para los diálogos de sus personajes, o a veces solo los anuncia en cursiva. Aborda el tema de la desolación del protagonista que solo se conoce como el “Negro”. Con él comienza  y termina una historia dramática que en el desenvolvimiento del discurso narrativo irá efectuando algunas mudas temporales (unas con más eficacia) para que la historia se sostenga por sí misma y no se caiga, algo que logra, pero también, gracias al apoyo de los monólogos interiores directos. Aunque son escasos los soliloquios, creemos que al autor le falta consolidar éste recurso narrativo para darle mayor convicción a lo que piensan y sienten sus personajes.

De otro lado, estando la obra narrada en tercera persona, Ken Sánchez, incorpora, con el fin de trasladar del lleno a la circunstancia del personaje, a una narración en primera persona y así se van alternando albas personas en la obra. Ken Sánchez, muy a menudo recurre a la poesía no solo para citar determinados espacios geográficos como narrador omnisciente, sino también como los monólogos de Irma, de Carmen, de Anna y de Elizabeth madre de esta última.
  
La Literatura siempre ha tenido un romance con la teología, grandes obras literarias se han escrito tomando perspectivas religiosas o algo más intrínseco aún, el ser humano está ligado en general a una divinidad. Es por ello que nos centramos en hablar de la iglesia católica en esta obra:

Pensar en  Dios, para quienes profesan una creencia monoteísta, es pensar en amor, bondad, solidaridad, cuidado, nobleza y perdón. Es creer a veces, ciegamente, en quienes están a cargo de la homilía; pues las enseñanzas de estos no son cuestionadas ni contradichas, por el contrario, se aceptan, se pide hasta permiso y se cree, naturalmente, completamente todo lo que se escucha. La ignorancia y la confianza, son sin duda, las peores consejeras para seguir una determinada fe. Al contrario de ello, es pues, el estudio y el discernimiento, las herramientas capaces de fortalecer esa convicción y amor a Dios.

Es este tema, dentro de la obra “Vivir Muerto”, que el autor emplea para denunciar abuso y atrocidad de los sacerdotes católicos. Aparece la violación que sufre Elizabeth por un cura de parroquia, cuando esta apenas tenía 14 años y cuyo evento fue tan traumático que ella no pudo volver a la iglesia nunca más en su vida y se dedicó a criar a la hija producto de esa violación a la que le pondría de nombre Anna y la cual páginas más adelante, se convertiría en la novia del “Negro”, la misma que moriría poco antes de dar a luz y razón por la cual el personaje protagonista de esta obra, se sumergiría en el ostracismo y el hoyo más profunda de la desolación.

Como vemos, un evento sacrílego, inmundo, inmoral se convierte en una cadena de acontecimientos desgraciados, que a juicio de este humilde presentador, el autor Ken Sánchez trata de sugerir un escarmiento moral debido al pecado de los progenitores de Anna, de ser el caso, dejaría de tener mucho sentido, pues Elizabeth es apenas una víctima del accionar irracional de una persona que hace mal uso de la fe de buena parte del mundo cristiano.

Cuestiones finales:

1.      Cuando el “Negro” huye de Huancayo a Lima, perseguido por los “Sinchis”, él deja en cinta a Irma, producto de un amor tórrido que vivira esta pareja de estudiantes universitarios (al parecer en la universidad Nacional del Centro del Perú) pero esta mujer, tras ser abandonada por el protagonista, desaparece completamente de la obra y nunca se sabe qué pasó con ella ni del hijo de ambos. No se sabe bien si el autor realiza esta acción a propósito, para hacer que el lector se concentre en su amorío con Anna o simplemente no justifica literariamente aquella desaparición de un personaje medular en la historia del “Negro”.
2.      Carmen, la mujer infiel y que mantiene al “Negro” en su etapa de universitario, tampoco tiene conocido, lo cual refleja que no existe la intención de abordar el tema del escarmiento social o moral.

3.      Creemos que “Vivir Muerto”, es un aporte sustancioso a las obras dramáticas que se han publicado últimamente, es una obra más para la literatura peruana que aborda el tema trágico, cuyo escenario es básicamente Andino – Costeño y que resume, en buena cuenta, la vida azarosa e infeliz de los hijos del pueblo y de quienes tienen –o tuvieron- una vida absolutamente miserable.

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